Todo lo que debes saber sobre la artroplastia

05 Abril 2024
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Te comentamos cómo se realiza una artroplastia de rodillas y de caderas, y consejas para recuperarse de ellas
Salud deportiva

La cirugía ortopédica hace que el aparato esqueleto y locomotor vuelva a funcionar como es debido, recuperándolo de lesiones o curando patologías adquiridas por el paso del tiempo. Gracias a los nuevos avances en tecnología y a las últimas investigaciones, problemas de huesos, estructuras cartilaginosas o articulaciones, que hace unos años parecían imposibles de solucionar, hoy en día, su tratamiento llega incluso a mejorar la calidad de vida de las personas.  

Uno de los procedimientos más recurrentes y eficaces de la cirugía ortopédica, es la artroplastia. Seguro que conoces a alguien cercano que ha pasado por este procedimiento. ¿Sabes en qué consiste? 

¿Qué es una artroplastia? 

La artroplastia es una de las técnicas quirúrgicas más realizadas desde que se hizo por primera vez en 1938. Este método consiste en el remplazo o remodelación de un elemento muscoesquelético por una prótesis artificial. La artroplastia es muy eficaz cuando se sufre de artritis, ya que se le renueva al paciente la estructura desgastada y se le concede muchos años más de movilidad sin dolor. Por ejemplo, las rodillas y la cadera son puntos muy recurrentes que necesitan ser tratados con esta técnica. Veamos en qué consisten estas intervenciones tan comunes.  

¿En qué consiste la artroplastia de rodilla? 

Las rodillas son las estructuras que más sufren con el paso del tiempo. Digamos que el ser humano es el único animal que se sostiene erguido durante todo el tiempo y las rodillas soportan el peso de todo el cuerpo. Cuando se dan fracturas, desgarros graves de menisco o con todo tipo de artritis, que genere un desgaste agresivo, provocando fuertes dolores y disfuncionalidad de la articulación es el momento de realizar una artroplastia.  

¿Cómo se hace una artroplastia de rodilla? 

Una artroplastia de rodilla es una operación relativamente sencilla, para la que solo es necesario anestesia local. El cirujano realiza una incisión sobre la rodilla, de un largo de entre 3 a 5 pulgadas (7.5 a 13 centímetros) aproximadamente. 

  • La operación empieza por un análisis rápido de la rodilla, para ver si hay algún daño más en otra parte de la rodilla y barajar una artroplastia total de rodilla.  
  • Luego se retiran el tejido y el hueso dañados. 
  • A continuación, se coloca una pieza hecha de plástico y metal en la rodilla. 
  • Una vez que la pieza está en el lugar adecuado, se fija con cemento óseo. 
  • La herida se cierra con suturas. 

Esta intervención suele recuperarse entre los 3 y 6 meses, siendo muy importante la rehabilitación en este periodo para no perder masa muscular.  

¿En qué consiste una artroplastia de cadera? 

Cuando del dolor de cadera se agudiza en toda la cadera o el alguna de sus dos partes, por causa del desgaste o se produce una rotura como pérdida de densidad de los huesos, la mejor solución para recuperar la movilidad es realizar una artroplastia. Al igual que la artroplastia de rodilla, para la de cadera, también se usa anestesia local.  

¿Cómo se hace una artroplastia de cadera? 

  • Primero se corta y se remueve la cabeza del fémur. 
  • Luego se limpia el acetábulo de la cadera y se retira el cartílago remanente y el hueso dañado. 
  • Se coloca la prótesis de la cadera en su lugar, luego un revestimiento se pone en el nuevo acetábulo. 
  • Después se Inserta el vástago de metal en el fémur. 
  • Luego se coloca la bola de tamaño correcto para la nueva articulación. 
  • El equipo se asegurará de que todas las nuevas partes en su lugar, algunas veces con un cemento especial. 
  • Luego se reparan los músculos y tendones alrededor de la nueva articulación. 
  • Por último, se cierra la incisión quirúrgica. 

¿Cuáles son las mejores formas de recuperarse de una artroplastia? 

Cuando se realiza una cirugía y, además, se incorpora un “cuerpo extraño” al organismo, este sufre un impacto al que tiene que acostumbrarse durante un periodo de adaptación en el que habrá que realizar diversas revisiones y ejercicios de rehabilitación específicos para que el cuerpo acepte al nuevo componente.  

En el caso de una artroplastia de rodilla, se esperan una buena recuperación de la movilidad, pero la recuperación es lenta. El éxito de la cirugía no solo dependerá de la operación, sino que la rehabilitación será clave. Haz todo esto para ayudar a tu rodilla a comenzar con su nueva vida: 

  • Prepara antes de la operación tu casa y todo lo que necesitarás: quita obstáculos innecesarios, evita escaleras, pon puntos de apoyo, hazte con una muletas o andador… y todo lo que consideres necesario. Usa sillas con antebrazos para apoyarte al levantarte, deja las cosas más importantes a mano y pon agarradores en la ducha. 
  • La alimentación también tiene mucho que ver con la rapidez de la recuperación. Debes llevar una dieta alta en proteína, que evite la pérdida de masa muscular, bebe mucha agua o infusiones para que los cartílagos se mantengan hidratados y evita las grasas, azúcares y productos demasiado calóricos, ya que, seguramente, tengas que guardar reposo algunos días o semanas. Importante también tomar vitaminas o incluso algún suplemento vitamínico para darle un impulso al organismo con las defensas. 
  • Por supuesto, no olvides ejercitarte cada día 

Mejores ejercicios para recuperarse de una operación de rodilla 

  • Extensión de rodilla: sentado con la espalda apoyada en una silla firme, extiende y flexiona la rodilla, sin forzar la extensión. Cuando veas que tienes este movimiento superado, puedes probar con unos lastres en los tobillos e ir subiendo de peso progresivamente. Este ejercicio te fortalecerá el basto interno.  
  • Flexión de isquiotibial: los isquiotibilales son los músculos largos que se encuentran en la parte posterior de la pierna. Colócate tras la silla y apóyate en el respaldo mientras flexionas la rodilla y llevas en talón lo más cerca del glúteo posible. Al igual que en el ejercicio anterior, puedes incorporar lastres.  
  • Elevación de pierna tumbado: túmbate sobre tu estómago con las piernas rectas. Aprieta los glúteos y los isquiotibiales de una pierna y eleva la pierna estirada hacia el techo. Mantén la posición de 3 a 5 segundos, baja la pierna y repite. 
  • Sentadilla contra la pared: apoya la espalda en la pared, apretando el abdomen para que no se arquee la lumbar, los pies deben colocarse en paralelo, a la anchura de los hombros. Despacio dobla las rodillas y mantén la espalda y pelvis contra la pared, aguanta la posición de 10 a 20 segundos y repite.  

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