
¿Por qué subi de peso si hago ejercicio?
Imagina que has comenzado a ir al gimnasio, estás siguiendo una dieta equilibra, manteniendo una rutina bien estructurada y planificada, pero cuando te subes a la báscula… ¡Tu peso ha aumentado!, ¿Significa esto que algo va mal? ¡No necesariamente! Que no cunda el pánico: tu cuerpo está trabajando, adaptándose y, aunque no lo parezca, avanzando. Te contamos por qué subir de peso al hacer ejercicio no siempre es lo que parece (y por qué podría ser una buena señal).
Hacer ejercicio engorda al principio
Así es, hacer ejercicio engorda al principio. Esto no quiere decir que tu cuerpo esté acumulando grasa, más bien se trata de un proceso de adaptación.
Cuando entrenas, sometes al cuerpo a un determinado nivel de exigencia. Este cambio provoca una respuesta de adaptación fisiológica, que incluye la reparación de fibras musculares, el aumento de reservas energéticas y el reajuste de varios procesos hormonales y metabólicos. Todo esto conlleva un incremento temporal del peso corporal, pero no por un aumento de grasa, sino por procesos como la retención de líquidos, la acumulación de glucógeno muscular y el crecimiento de masa muscular.
Es importante entender que este incremento en la báscula no es un retroceso, sino una señal de que el cuerpo está respondiendo y preparándose para mejorar su rendimiento. En esta etapa, muchas personas también experimentan un aumento del apetito, cambios en la silueta o incluso cierta hinchazón muscular, lo que puede generar dudas como “¿por qué engordo si hago ejercicio?”, o “¿por qué peso más si hago deporte?”.
La clave está en no dejarse llevar por el número que marca la báscula y observar el progreso con otros indicadores más fiables: cómo te sientes, cómo descansas, cómo te queda la ropa y, sobre todo, cómo mejora tu rendimiento.
Engordar al principio del entrenamiento no es una señal de fracaso, sino parte del camino hacia una mejor salud física.
5 razones más comes por las que subes de peso al entrenar
1. Retención de líquidos
Cuando empiezas a entrenar (sobre todo si entrenas con pesas), especialmente en aquellas personas que no están acostumbradas o si los músculos no están acostumbrados, se producen pequeñas microlesiones en las fibras musculares. Esto es parte del proceso de adaptación y la fuerza muscular.
Como respuesta a estas microlesiones, el cuerpo retiene agua. La inflamación implica que los vasos sanguíneos cercanos se dilaten y permitan que más sangre, fluidos y células inmunes lleguen a la zona dañada para iniciar la reparación. Esta acumulación de fluidos es lo que percibimos como retención de líquidos o hinchazón.
Además, el cuerpo almacena más glucógeno en los músculos, y cada gramo de glucógeno arrastra consigo aproximadamente 3 gramos de agua. Esto puede hacer que la báscula suba entre 1 y 3 kilos fácilmente al principio.
2. Aumento de masa muscular
Otro aspecto que debes tener en cuenta el principio es el aumento de masa muscular. El músculo es más denso y ocupa menos volumen que la grasa, pero pesa más.
A medida que ganas masa muscular y pierdes grasa, tu composición corporal mejora (te ves más tonificado y la ropa te queda mejor), es por esto por lo que el número en la báscula sube, ya que estás reemplazando un tejido menos denso (grasa) por uno más denso (músculo).
3. Cambios hormonales
El ejercicio altera los niveles de hormonas como el cortisol o la aldosterona, que influyen en la retención de líquidos y el apetito. Este ajuste hormonal es normal, pero puede tener un impacto momentáneo en el peso y la sensación de hinchazón
4. Mayor apetito o sobrealimentación
Entrenar abre el apetito. Muchas personas, tras hacer ejercicio, consumen más calorías de las que queman, lo que genera un supervaít calórico. A veces se come a modo de “recompensa” después del esfuerzo, pero esto puede sabotear el progreso.
5. Percepción corporal distorsionada
Algunas personas aseguran "me veo más gordo/a si hago ejercicio". Esta percepción puede estar influida por el volumen muscular, la hinchazón postentreno o incluso por expectativas poco realistas. La transformación física no siempre es inmediata, y la báscula no siempre refleja lo que está ocurriendo internamente.
Entonces… ¿Es malo subir de peso cuando hago ejercicio?
No. De hecho, puede ser una excelente señal de que tu cuerpo:
- Está almacenando energía de forma eficiente.
- Está ganando músculo.
- Se está adaptando para rendir mejor.
- Está iniciando procesos de reparación y fortalecimiento.
El problema es que muchas personas solo se guían por la báscula, cuando en realidad existen indicadores más precisos:
- Cambios en la ropa.
- Fotos de progreso.
- Mayor energía y fuerza.
- Mejor descanso y humor.
- Reducción de medidas (aunque aumente el peso).
Conclusión: el peso es solo una parte de la historia
"Voy al gimnasio y engordo" no es sinónimo de fracaso, sino de adaptación. Si estás entrenando, comiendo con consciencia y descansando, tu cuerpo está haciendo su trabajo.
Confía en el proceso, mide tus avances con más de un criterio y recuerda: la salud no se mide solo en kilos.
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