
Prevención de riesgos laborales en instalaciones deportivas
En cualquier ámbito laboral garantizar la seguridad de los trabajadores no es una opción: es una necesidad. Si extrapolamos esta preocupación al área deportiva, la prevención de riesgos laborales en instalaciones deportivas no solo protege a quienes trabajan en ellas, sino también a las personas que utilizan sus servicios.
Pero, ¿Qué riesgos existen realmente?, ¿Cómo se puede prevenir?, ¿Qué exige la normativa? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para garantizar un entorno seguro, eficiente y libre de incidentes en tu centro deportivo.
Importancia de la prevención de riesgos laborales (PRL)
Las instalaciones deportivas son espacios de alta afluencia de personas en continuo movimiento físico que utilizan equipos pesados. Esto hace que las probabilidades de sufrir un accidente se multipliquen si no se aplican las medidas adecuadas.
Un resbalón aparentemente inofensivo, una descarga eléctrica inesperada, una lesión por una mala postura al levantar una pesa o el uso indebido de cualquier máquina pueden tener consecuencias graves para la salud de los trabajadores y usuarios. Estas pueden ir desde contusiones leves y esguinces hasta fracturas, lesiones crónicas o, en los casos más extremos, situaciones que ponen en riesgo la vida.
La prevención de riesgos en el ámbito deportivo no solo se refiere al estado de las instalaciones o al uso de maquinaria. También implica cuidar de las personas, de su salud física, mental y del entorno en el que se desenvuelven. La seguridad debe abordarse desde una mirada integral que contemple también aquellas prácticas que puedan afectar al bienestar individual, tanto dentro como fuera del espacio físico.
En ese sentido, temas como la ética deportiva o el uso de sustancias indebidas también forman parte de la conversación. Si quieres conocer más sobre este enfoque, puedes echar un vistazo a este artículo sobre dopaje deportivo.
Por ello, la implementación rigurosa de protocolos de seguridad, la formación constante y el mantenimiento preventivo son pilares fundamentales para garantizar un entorno seguro en cualquier instalación deportiva.
Principales accidentes laborales en instalaciones deportivas
El cuidado de la salud en el contexto de las instalaciones deportivas es, en esencia, un sistema diseñado para entender como el trabajo específico en estos entornos afecta a la salud de los empleados. Esto implica comprender la relación entre las tareas diarias (levantar pesas, estar de pie durante largos periodos de tiempo, la exposición a productos químicos de limpieza o el estrés de lidiar con el público) y el bienestar físico, mental y social del personal.
El objetivo principal es la detección precoz de cualquier efecto adverso. Imagina poder identificar a tiempo si un monitor de fitness está desarrollando problemas articulares por las demostraciones constantes, si un socorrista sufre de estrés crónico por la responsabilidad, o si el personal de limpieza muestra signos de problemas respiratorios debido a ciertos productos. Al detectar estos posibles impactos negativos de forma temprana, podemos tomar medidas preventivas o correctivas antes de que se conviertan en problemas graves de salud.
Por lo tanto, conocer el peligro es el primer paso para poder evitarlos. Veamos cuáles son los principales riesgos asociados a las instalaciones deportivas:
1. Caídas al mismo nivel
Son las más frecuentes. Ocurren por resbalones, tropiezo o superficies irregulares.
Ejemplo de ello son:
- Resbalar en vestuarios mojados.
- Tropezar con una pesa mal colocada.
- Caídas en zonas de acceso con pavimentos deteriorados.
Todo ello puede provocar graves consecuencias como esguinces, contusiones o fracturas.
2. Caídas a distinto nivel
Se producen al caer objetos desde estanterías, plataformas técnicas o zonas de mantenimiento.
Por ejemplo:
- Caída desde una grada sin barandilla o con escalones mal iluminados.
- Desplome desde una escalera durante tareas de mantenimiento.
Esto conlleva traumatismos graves, fracturas, lesiones en articulaciones, etc.
3. Golpes contra objetos o estructuras.
Impactos accidentales con mobiliario, equipamiento mal ubicado o estructuras del edificio.
Ejemplos:
- Golpearse con una canasta o portería sin acolchado.
- Chocar con elementos sobresalientes en pasillos o salas de fitness.
- Impactos por objetos mal almacenados en almacenes o zonas técnicas.
Esto puede provocar desde hematomas hasta cortes o incluso lesionas más serias si el impacto es con una estructura metálica.
4. Lesiones por esfuerzo físico o posturas inadecuadas
Accidentes derivados del manejo de cargas, movimientos repetitivos o ergonomía deficiente.
Ejemplo de ello puede ser:
- Lumbalgias por mover equipos sin ayuda.
- Tendinitis o contracturas por uso repetido de maquinaria deportiva sin pausas activas.
- Sobrecarga en tareas de limpieza o montaje de material.
El exceso de confianza o la falta de formación ergonómica puede derivar en contracturas, tendinitis o dolores lumbares que limitan el desempeño profesional
5. Cortes y atrapamientos
Originados por el mal estado o uso indebido de maquinaria, rejillas, mobiliario o equipos deportivos.
Ejemplos:
- Cortes al manipular elementos metálicos deteriorados.
- Atrapamientos en mecanismos de canastas, poleas o redes mal ajustadas.
- Lesiones con bancos, taquillas o equipamiento roto.
En muchos casos, una rejilla rota o una polea mal ajustada puede convertirse en una fuente directa de heridas abiertas o atrapamientos.
6. Riesgos químicos y biológicos
Exposición a productos de limpieza o ambientes húmedos contaminados.
Ejemplos:
- Irritaciones por manipular productos sin guantes.
- Inhalación de productos químicos sin ventilación adecuada.
- Infecciones por contacto con superficies húmedas sin desinfección regular.
La manipulación de productos de limpieza sin guantes o la exposición prolongada a ambientes húmedos y mal ventilados puede provocar irritaciones, infecciones o problemas respiratorios.
7. Confort lumínico
Para que un gimnasio cumpla con la normativa de iluminación en España, debe regirse principalmente por la Norma UNE-EN 12193:2020, que establece los requisitos mínimos de luz, uniformidad y control del deslumbramiento. Esto significa que cada zona del gimnasio (cardio, pesas, salas de clases, vestuarios, pasillos) necesita niveles de iluminancia (lux) específicos, generalmente entre 100 y 750 lux, con una luz preferiblemente neutra (4000K-5000K) y un alto índice de reproducción cromática (CRI/Ra > 80).
8. Confort térmico
El confort térmico en un gimnasio se rige por el RITE, buscando temperaturas adecuadas (18-22°C para ejercicio; 22°C para vestuarios) y controlando la humedad (30-70%).
Plan de seguridad: cómo crear un entorno más seguro
Contar con un plan de seguridad bien definido en cualquier instalación deportiva es un aspecto esencial para evitar accidentes y saber como actuar en el caso de que ocurran. No solo basta con cumplir la normativa, sino de cuidar a quienes hacen vida en el espacio: personal técnico, usuarios y visitantes.
El primer paso es evaluar los riesgos. Esto supone revisar todas las zonas - desde los accesos hasta los vestuarios y las áreas de entrenamiento - e identificar posibles peligros. Suelos resbaladizos, estructuras inestables, equipos mal ubicados o desgastados.
El mantenimiento de instalaciones y equipamiento debe ser periódico y riguroso. No basta con revisar “de vez en cuando”; es necesario establecer un calendario de inspecciones de forma periódica y actuar rápidamente ante cualquier anomalía. Un material deportivo en mal estado implica un posible accidente.
Es imprescindible contar con material auxiliar médico, principalmente botiquín de primeros auxilio y desfibriladores externos semiautomáticos (DESA), para atender a cualquier persona en caso de que sufra un incidente. Además, el personal debe estar formado en primeros auxilios para saber como debe utilizar de forma correcta dicho material.
La señalización clara —como salidas de emergencia, zonas restringidas o advertencias de riesgo— y el uso de equipos de protección personal (EPP) son medidas sencillas que marcan la diferencia. Todo debe estar visible, accesible y en buen estado.
Por último, un buen plan debe incluir protocolos definidos para situaciones de emergencia: qué hacer en caso de incendio, lesión grave, evacuación o fallo eléctrico. Tener claras las responsabilidades y rutas de acción puede salvar vidas.
¡Conviértete en referente en la gestión deportiva!
Un entorno deportivo seguro comienza por una gestión responsable y profesional. Y en el deporte, contar con personas formadas que puedan anticiparse a los riesgos, tomar decisiones acertadas y liderar con criterio es clave para que todo funcione.
Si te apasiona el mundo deportivo y quieres dar un paso adelante en tu carrera, en EduSport te acompañamos. Descubre el Máster en Gestión de Centros Deportivos y Fitness, una formación online, flexible y con una metodología pensada para que aprendas cómo gestionar instalaciones seguras, eficientes y centradas en las personas.