Las habilidades motrices específicas se refieren a las destrezas y capacidades especializadas que una persona desarrolla a través de la práctica y el entrenamiento en actividades físicas. Estas habilidades se construyen sobre los fundamentos básicos del movimiento, también conocidos como habilidades motoras básicas, que incluyen acciones como correr, saltar, lanzar y atrapar. El desarrollo de las habilidades motrices específicas implica refinamiento, precisión y dominio en actividades más complejas, como, por ejemplo, ejecutar una rutina en gimnasia.
Estas habilidades son fundamentales en la educación física, ya que su adquisición mejora la coordinación, el control y la capacidad para participar activamente en una variedad de actividades deportivas y recreativas.
¿Qué diferencia existe entre las habilidades motrices específicas y básicas?
Las habilidades motrices básicas son los cimientos sobre los cuales se construyen las habilidades motrices específicas. Estas habilidades básicas incluyen acciones simples y generales, como, correr, caminar, saltar, lanzar, atrapar o rodar. Son habilidades fundamentales que se adquieren en las etapas iniciales del desarrollo motor y forman la base para actividades más complejas. Por otro lado, las habilidades motrices específicas son destrezas más refinadas y especializadas que se desarrollan a partir de las habilidades básicas.
Las habilidades motrices específicas implican un mayor nivel de precisión, control y técnica en actividades deportivas o recreativas particulares; necesitando un entrenamiento para aprenderse y desarrollarse.
¿Qué actividades físicas ayudan al desarrollo de las habilidades motrices específicas?
Existen numerosas actividades físicas que contribuyen al desarrollo de habilidades motrices específicas. Algunas de estas actividades incluyen deportes como el fútbol, el baloncesto, el tenis, la gimnasia, el ballet, el voleibol, el atletismo, la natación y el patinaje, entre otros.
Cada una de estas disciplinas requiere diferentes conjuntos de habilidades específicas, como la coordinación mano-ojo, el equilibrio, la agilidad, la precisión en el movimiento, la fuerza y la flexibilidad. Participar en una variedad de actividades físicas y deportes ayuda a desarrollar y mejorar habilidades motrices específicas y, es por eso, que los expertos en desarrollo infantil recomiendan a los padres que fomenten entre los más pequeños la actividad física y el deporte.
¿Cuál es la edad más adecuada para empezar a trabajar las habilidades motrices específicas?
Las habilidades motrices específicas son gestos básicos combinados entre sí que se realizan con algún objetivo y exigen de cierta técnica deportiva. En la infancia, e incluso, en la adolescencia, se terminan de desarrollar las habilidades motrices básicas y, es entonces, cuando se deben empezar a trabajar las habilidades motrices específicas. Entre los 12 y 14 años ya se estaría preparado para empezar a adquirir técnicas de movimiento más refinadas y para escoger un deporte.