El lanzamiento de jabalina es una disciplina del atletismo en la que el atleta debe lanzar una jabalina lo más lejos posible dentro de un área específica. Este deporte tiene una rica historia en los Juegos Olímpicos, donde ha sido una de las pruebas de atletismo más antiguas y prestigiosas.
El récord mundial masculino de lanzamiento de jabalina lo ostenta el atleta Jan Železný, de la República Checa, con una marca de 98,48 metros, lograda en 1996. En la categoría femenina, la atleta checa Barbora Špotáková tiene el récord mundial con un lanzamiento de 72,28 metros en 2008.
Técnica y ejecución del lanzamiento
El atleta debe sostener la jabalina por la encordadura, que es la zona con mayor agarre situada cerca del centro de gravedad de la jabalina. El centro de gravedad es clave para un lanzamiento efectivo, ya que determina el equilibrio de la jabalina durante su vuelo. El atleta comienza el lanzamiento en un pasillo de lanzamiento, que mide 4 metros de ancho y está delimitado por dos líneas blancas. El pasillo tiene un arco al final de 8 metros de radio, desde donde se debe soltar la jabalina para que el lanzamiento sea válido.
Para que el lanzamiento sea considerado correcto, la punta de la jabalina debe tocar primero el suelo, y debe caer dentro de las líneas blancas que marcan el área permitida. Si el atleta sobrepasa el límite del pasillo o no respeta las normas de técnica, el intento será considerado un lanzamiento nulo.
El atleta lanza la jabalina desde una posición en carrera, con la jabalina sostenida por encima del hombro. Existen dos formas principales de realizar el lanzamiento: lanzarse por encima del hombro, que es la técnica más común y reglamentaria, o lanzarla en rotación, una técnica menos usual, pero permitida si se respetan las reglas. En ambas, la clave es que el lanzamiento sea explosivo y que el atleta logre un óptimo control del cuerpo y la jabalina en el momento de soltarla.
Características de la jabalina
La jabalina es un implemento largo, delgado y con una punta metálica en uno de sus extremos. En la categoría masculina, la jabalina tiene una longitud de entre 2,6 y 2,7 metros y un peso de 800 gramos. En la categoría femenina, la longitud varía entre 2,2 y 2,3 metros y su peso es de 600 gramos. La jabalina está diseñada para ser aerodinámica, permitiendo un vuelo estable y controlado durante el lanzamiento.
El atleta debe agarrar la jabalina por la encordadura, una zona cubierta por cuerdas o material sintético que ofrece un mejor agarre y se encuentra ubicada cerca del centro de gravedad de la jabalina. Este equilibrio es crucial para asegurar que la jabalina vuele correctamente.
La punta metálica debe tocar el suelo primero para que el lanzamiento sea válido. Las características específicas de la jabalina, como el peso y la longitud, están estrictamente reguladas para garantizar la igualdad en la competencia y la seguridad de los atletas y espectadores.
Reglas y validación del lanzamiento
Para que un lanzamiento sea válido, la jabalina debe caer dentro del área delimitada por las líneas blancas del sector de caída y la punta de la jabalina debe ser la primera en tocar el suelo. Si la jabalina no cumple con estos requisitos, el lanzamiento se considera nulo. Asimismo, si el atleta cruza la línea del arco de 8 metros de radio antes de soltar la jabalina, el intento será inválido.
Importancia en los Juegos Olímpicos
El lanzamiento de jabalina ha sido una disciplina central en los Juegos Olímpicos desde su inclusión en los Juegos de 1908 para los hombres y 1932 para las mujeres. Este evento destaca por combinar fuerza, técnica y precisión, y es una prueba donde cada centímetro cuenta. A lo largo de los años, esta disciplina ha sido testigo de lanzadores que rompen récords y que buscan la gloria olímpica, siendo una de las pruebas más esperadas del atletismo.
En los Juegos Olímpicos de París 2024, Arshad Nadeem, de Pakistán, se coronó campeón olímpico en la categoría masculina, con un lanzamiento de 92,97 metros, estableciendo un récord olímpico y ganando la primera medalla de oro de su país en atletismo.
En la categoría femenina, Haruka Kitaguchi, de Japón, fue la ganadora, logrando un lanzamiento de 66,73 metros, asegurando su primera medalla de oro olímpica. La capacidad de estos atletas para dominar la técnica y la explosividad en cada lanzamiento es crucial, ya que cualquier error en la posición del cuerpo o en el momento de soltar la jabalina puede resultar en un lanzamiento nulo.