Codo de golfista: causas, tratamiento y buenas prácticas
Puedes pensar que el golf es un deporte sencillo diseñado para que los ricos cierren acuerdos y negocios. Puedes pensar que se trata de un deporte nada lesivo, ya que hasta se mueven de hoyo en hoyo en buggy. Sin embargo, la práctica de este deporte puede desembocar en lesiones como el codo de golfista. Un mal calentamiento o una mala técnica puede producirte este daño, que con el tratamiento adecuado puede erradicarse.
En EDUSPORT, queremos profundizar en el codo de golfista, hablando de sus síntomas y causas. Localizar estos aspectos es esencial si queremos evitar esta dolencia. Ahora bien, si ya te encuentras en medio de esta lesión, también te acercaremos una serie de prácticas que puedes llevar a cabo a modo de tratamiento.
¿Estás preparado? ¡Comenzamos!
¿Qué es el codo del golfista?
El codo del golfista consiste en una dolencia localizada en los tendones de los músculos del antebrazo que se unen a la protuberancia ósea de la parte interna del codo. Como decimos, se trata de un dolor que, en los casos más graves, puede extenderse hasta el antebrazo y las muñecas. Por ello, mantente alerta ante cualquier señal que te mande tu cuerpo, estirando bien al finalizar la práctica deportiva.
¿El codo del golfista es lo mismo que el codo de tenista? No se trata de la misma dolencia, ya que el codo de tenista se enfoca en la parte exterior del codo. Aun así, sí comparten un aspecto: se trata de una enfermedad que aparece en deportistas que emplean repetidamente sus muñecas o aprietan los dedos de la mano.
¿Puede acabar mi carrera deportiva por culpa del codo del golfista? Para nada. Si llegas a sufrir esta enfermedad, deberás hacer reposo y aplicarte el tratamiento adecuado. En un periodo corto de tiempo podrás volver a tu rutina sin ningún tipo de dificultad.
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Síntomas del codo de golfista
¿Cómo saber si estás sufriendo codo de golfista? Para hablar de los síntomas de esta enfermedad, hemos recurrido a "Clinical Sports Medicine" de Brukner y Khan. Estos expertos nos indican las señales de alarma que debemos tener en cuenta. Si estamos pasando por alguna de estas situaciones es fundamental asistir a un médico.
- Dolor en la parte interna del codo, que puede irradiarse hacia el antebrazo.
- Debilidad al agarrar objetos o realizar movimientos de torsión.
- Dolor que aumenta al flexionar la muñeca o al realizar movimientos rotatorios del antebrazo.
- Rigidez matutina en el codo.
- Sensibilidad a la palpación en el epicóndilo medial.
- Dolor que empeora con actividades repetitivas que involucran la muñeca y el antebrazo.
Un aspecto relevante que también debes tener en cuenta es que el codo de golfista puede aparecer de repente, pero también puede hacerlo de forma gradual. Al hacerlo de forma gradual, puede ser que no le hagas caso y sigas haciendo movimientos que perjudican tu musculatura, como mover los palos de golf.
¿Debes asistir al médico?
Lo primero que debes hacer es mantener reposo, aplicarte hielo en la zona afectada y tomarte alguno de los analgésicos de venta libre. Si con este primer tratamiento sigues teniendo dolor, deberás asistir al médico. Por otro lado, también debes buscar atención inmediata en los siguientes casos:
- El codo está inflamado y tienes fiebre.
- No puedes doblar el codo.
- A simple vista, el codo parece deforme.
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Causas que provocan el codo de golfista
El codo de tenista, o epicondilitis medial, aparece por los tendones que controlan la muñeca y los dedos se dañan por una tensión repetida. Cuando levantamos, lanzamos o golpeamos diferentes objetos de manera incorrecta, caemos en esta enfermedad. Por otro lado, también compramos papeletas para sufrir esta dolencia cuando no calentamos bien.
A continuación, te presentamos las principales causas que pueden provocar el codo de golfista:
- Deportes de raqueta: en el tenis, los tendones sufren, sobre todo, en el revés, causando este tipo de lesiones. De igual manera, hacer un uso excesivo de los efectos o usar una raqueta demasiado pequeña también puede influir.
- Deportes de lanzamiento: deportes como el béisbol, el fútbol americano, el tiro con arco o el lanzamiento de jabalina también pueden provocar este codo de golfista.
- Entrenamiento con pesas: si al levantar peso doblas las muñecas, es probable que sobrecargues los músculos y tendones del codo.
- Movimientos laborales repetitivos: fuera del ámbito deportivo, las personas de sectores como la construcción, la plomería o la carpintería también pueden sufrir codo de golfista por los movimientos repetitivos que hacen al cabo del día.
Por otro lado, debes saber que tienes un mayor riesgo si cumples alguna de estas condiciones:
- Tener 40 años o más.
- Completar una actividad repetitiva durante dos horas cada día.
- Tener obesidad.
- Ser fumador.
¿Cómo prevenir el codo de golfista?
Nada mejor que prevenir para no sufrir nunca el codo de golfista. Si practicas este deporte de forma recurrente, puedes completar una serie de actividades que reducirán las probabilidades de caer en esta enfermedad. Por ejemplo, resulta fundamental escuchar a tu cuerpo, percibir tus dolores a tiempo y saber parar un tiempo para que el cuerpo se recupere por sí solo.
A continuación, te dejamos algunas formas de prevenir el codo de golfista:
- Fortalecer los músculos del antebrazo: ejercicios sencillos como apretar una pelota de tenis pueden fortalecer este músculo. Después, notarás cómo te ayudarán a la hora de practicar golf.
- Estirar siempre antes de practicar deporte: antes de comenzar a jugar es imprescindible que completes una serie de estiramientos.
- Corrige siempre tu postura: mantener una buena postura a la hora de hacer deporte resulta fundamental para no sobrecargar los músculos.
- Mantén tu equipo adecuado: actualizar tus palos de golf cada cierto tiempo se convierte en una buena práctica para evitar el codo de golfista.
- Levanta las cosas de manera correcta: siempre que levantes peso, mantén las muñecas rígidas y estables para que la carga no recaiga en tu codo.
Referencias bibliográficas
- Brukner, P., & Khan, K. (2017). Clinical Sports Medicine (5th ed.). McGraw-Hill Education.
- Buschbacher, R. M., Braddom, R. L., & Randall, L. (2020). Sports Medicine and Rehabilitation: A Sport-Specific Approach (3rd ed.). Lippincott Williams & Wilkins.