Magnetoterapia: qué es, cómo funciona y ventajas
¿Qué es la magnetoterapia? Lo primero que debes saber es que se trata de una técnica de fisioterapia que emplea campos magnéticos para tratar distintas dolencias o problemas. Básicamente, se usa para restituir el equilibrio bioquímico de una célula, y es que se confía en que las células, al enfermarse, generan un desequilibrio energético que se puede reconducir con la ayuda de la magnetoterapia.
¿Y la magnetoterapia es una terapia invasiva? Esta es una de las preguntas más frecuentes entre los pacientes. La respuesta es que no, ya que se aplica la energía magnética a través de unos imanes de baja o alta frecuencia, lo que provoca que no se absorban por los órganos del cuerpo. Así, podemos decir que es un tratamiento con escasos efectos secundarios, lo que hace que aumente su popularidad entre los pacientes.
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¿Cómo funciona la magnetoterapia?
Como venimos diciendo, la magnetoterapia emplea campos magnéticos que emiten una corriente con una determinada intensidad y frecuencia. Así, la intensidad de este campo magnético se mide a través de gauss, sin que pueda exceder los 100 gauss. Por otro lado, es importante recalcar que la magnetoterapia se puede aplicar de tres formas:
- Magnetoterapia de campo magnético estático: en este tipo de terapia, los imanes se colocan de forma inmóvil sobre la piel, empleándose para ello pulseras, cinturones o collares.
- Magnetoterapia electromagnética: esta es la que emplea carga eléctrica a través de Campos Electromagnéticos Pulsados (CEMP), que se encargan de restaurar el equilibrio energético celular.
- Terapia magnética para acupuntura: este tratamiento emplea las técnicas de la acupuntura tradicional para localizar puntos en el cuerpo a trabajar. Sin embargo, se evitan las dolorosas agujas y se emplean estos imanes.
Magnetoterapia de baja y alta frecuencia: ¿en qué consisten?
La magnetoterapia puede darse tanto en alta como en baja frecuencia, siendo lo mismo con la intensidad. Depende de la patología será de un tipo u otro, por lo que es importante que sepas cuándo debes aplicar un tipo de magnetoterapia y cuando debes aplicar otro. En EDUSPORT, te explicamos en qué consisten:
- Magnetoterapia de baja frecuencia: este tratamiento se lleva a cabo con un campo magnético de alta intensidad y con una frecuencia menor a los 100 Hz. ¿Para qué tipo de dolencias se emplea? Para lesiones en tejidos duros, huesos, fracturas, postoperatorios de prótesis, osteoporosis o artritis.
- Magnetoterapia de alta frecuencia: aquí se aplica con un campo magnético de baja intensidad y con frecuencias altas, de entre los 100 y 8.000 Hz. Por ello, esta terapia se enfoca en lesiones en tejidos blancos, puesto que mejora la circulación sanguínea, reduce el dolor y disminuye la inflamación.
Beneficios de la magnetoterapia
La magnetoterapia encierra una gran cantidad de ventajas. Este tratamiento, por ejemplo, no es invasivo y es tremendamente seguro. Por otro lado, el paciente no tiene porqué abandonar otros tratamientos ni su medicación, puede combinarse con cualquier otra terapia. La magnetoterapia no presenta efectos secundarios, ni dolor ni molestias. Así, podemos decir que se trata de una opción perfecta, ¿pero qué efectos tiene en nuestra salud? ¡Vamos a verlo!
- Efecto de regulación circulatoria: la magnetoterapia, entre sus beneficios, hace que los vasos sanguíneos se abran, provocando un aumento de la circulación en el punto buscado. Así, también se oxigenan los órganos.
- Efecto sobre el tejido óseo: en este punto, la magnetoterapia de baja intensidad es tremendamente positiva. Y es que puede estimular la producción de osteoblastos en el tejido óseo, además de que aumenta la producción del colágeno.
- Efecto antiinflamatorio: básicamente, este efecto se produce al regular el flujo circulatorio en arterias y venas. Con la magnetoterapia se pueden eliminar toxinas, bajando la inflamación en el cuerpo.
- Efecto de regeneración tisular: con la magnetoterapia se aporta un plus a la regeneración de tejidos afectados. Todo consecuencia del aumento del flujo circulatorio en la zona afectada.
- Efecto analgésico: la desinflamación anteriormente comentada hace que el dolor disminuya en las zonas afectadas.
- Efecto de relajación: gracias a todos los beneficios anteriormente comentados, el sistema simpático ve reducido su protagonismo, lo que tiene efectos directos en el sistema nervioso central. Esto también tiene una incidencia directa en el sueño del paciente, que comprueba cómo mejora su descanso.
- Efecto de aumento en las defensas: la regeneración también incluye una estimulación en la producción de defensas.
Aspectos a tener en cuenta cuando recibas magnetoterapia
Aunque la magnetoterapia no sea un tratamiento invasivo y sea muy segura, hay ciertas contraindicaciones que debes tener en cuenta. No hace falta señalar que esta terapia solo puede ser ofertada por profesionales certificados, que sean capaces de determinar las pautas del tratamiento y lo supervisen con conocimiento de causas. Una vez hemos localizado al profesional perfecto, tenemos que tener en cuenta:
- La magnetoterapia no se debe aplicar durante el embarazo o el período de lactancia.
- Tampoco se debe aplicar en niños.
- No se debe llevar a cabo cuando sufras de alguna enfermedad viral, cardiopatía, hipertiroidismo o hipotensión.
- Por último, no desarrollar la magnetoterapia en personas con marcapasos o con prótesis magnetizables.
¿Y cuánto dura un tratamiento con magnetoterapia? Lo primero es que todo va a depender de los síntomas, intensidad y tipo de lesión, pero, por norma general, los tratamientos suelen contener unas 10 o 15 sesiones, reprogramables en función de los avances. ¿Y cuántas sesiones me puedo dar por semana? Un máximo de 5, ya que no se trata de una terapia invasiva. Por último, apunta que la sesión dura entre 15 y 45 minutos por cada sesión.
Aplicaciones de la magnetoterapia
La magnetoterapia se puede aplicar en distintos tipos de afecciones, ya que sus beneficios mejoran multitud de lesiones. Esa capacidad inflamatoria y ese aumento del flujo sanguíneo provocan una mejora inmediata en los pacientes que optan por este tratamiento. Ahora bien, para finalizar este post, te traemos algunas de las dolencias que trata:
- Artritis.
- Bursitis.
- Contusiones.
- Dolor de espalda.
- Desgarros musculares.
- Esguinces.
- Hernia de disco.
- Lumbalgias.
- Luxaciones.
- Osteoporosis.
- Enfermedad de Parkinson.
- Neuritis.
- Parálisis,
- Abscesos.
- Celulitis.
- Quemaduras.
- Verrugas.
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