¿Qué son los aditivos? ¿Son todos nocivos para la salud?
Actualmente, existe una tendencia a consumir comida saludable, poco procesada y sin aditivos. Nos hemos dado cuenta de la gran importancia que tiene mantener una dieta saludable, natural y equilibrada para nuestra salud, suponiendo esta la base de nuestro bienestar e incluso de remedio para muchas patologías.
La industria alimentaria es consciente de las nuevas inquietudes de la sociedad en términos de nutrición, pero también necesita elaborar productos atractivos para los sentidos, ya que, muchas veces, la alimentación que entendemos como saludable, también causa cierto rechazo entre algunos grupos por considerarla insípida o aburrida. Una de las soluciones modernas que se han dado a esta contraposición de intereses son los aditivos, o lo que es lo mismo, sustancias invisibles a las que ningún paladar puede resistirse.
Aunque cuando observamos que un producto lleva, conservantes, estabilizadores o aromas, nos causa cierto rechazo, podemos estar tranquilos con determinados aditivos. Sobre todo, los naturales, son inocuos para la salud y gracias a la innovación alimentaria, son los que más encontramos en los alimentos más comunes. Aunque algunos no sean “sanos” del todo, tendríamos que exceder su consumo entre 20 o 100 veces para sufrir efectos secundarios adversos.
¿Qué son los aditivos?
Los humanos estaríamos muchos más sanos si supiéramos lo que nuestras células necesitan y si no le hiciéramos tanto caso al sentido del gusto. Este sentido es el más primitivo y está diseñado para discernir entre lo que puede entrar en la boca y lo que no. Como comprenderás, en la actualidad, esa función no es necesaria, pero en la Prehistoria, cuando no existían los supermercados ni las etiquetas nutricionales, había que tener mucho cuidado con las plantas venenosas y demás elementos tóxicos de la naturaleza. Así, mientras el gusto era el encargado de salvarnos la vida hace miles de años, hoy en día se ha quedado para el placer de saborear.
Esto tiene mucho que ver con la invención de los aditivos, pero ¿qué son los aditivos?
Los aditivos son sustancias que se agregan a los alimentos para mejorar su calidad, apariencia, sabor, textura o conservación. Estos compuestos pueden ser naturales o sintéticos y se utilizan en diferentes proporciones para lograr diferentes objetivos. Los aditivos también se utilizan en la industria química y petrolera, para mejorar las propiedades de los productos o para cumplir con los requisitos regulatorios
En general, los aditivos son seguros cuando se usan en las cantidades adecuadas y de acuerdo con las regulaciones. Sin embargo, algunos aditivos pueden ser perjudiciales para la salud, como los potenciadores del sabor sintéticos, el ácido cítrico E330, que se usa para contrarrestar la acidez o el colorante carmín E1201. Por esto, es imprescindible siempre leer las etiquetas, ya que muchas veces, pensamos estar consumiendo productos naturales libres de aditivos sin serlo en realidad.
¿Qué tipo de aditivos existen?
Los aditivos alimentarios se dividen en diferentes categorías, incluyendo colorantes, conservantes, antioxidantes, edulcorantes, emulsionantes, estabilizadores, espesantes y saborizantes, entre otros.
Seguro que cuando en una etiqueta nutricional has visto E-320 (o similar) te has sentido desconcertado, pues no te preocupes porque esta es solo la nomenclatura que se les da a los aditivos en la Unión Europea para evitar poner largos nombres ilegibles. Así, E, quiere decir aditivo, y el número que los procede quiere decir lo siguiente:
- Si empieza por 1: colorantes
- Si empieza por 2: conservantes
- Si empieza por 3: antioxidantes
- Si empieza por 4: estabilizantes, emulgentes, espesantes, gelificantes
- Si empieza por 5: correctores de acidez
- Si empieza por 6: potenciadores del sabor
- Si empiezan por 7: conservantes
En cuanto a la segunda cifra puede hacer referencia al color en el caso del colorante, o a la familia química en el caso de los conservantes. La tercera cifra es el número de serie.
¿Cuáles son los aditivos alimentarios más usados en España?
No en todos los continentes y países se usan los mismos aditivos. Las normativas no siempre son igual de restrictivas, y mientras que, por ejemplo, en China, son mucho más permisivos en cuanto a la cantidad de aditivos que se les añade a los alimentos, véase el uso indiscriminado de Glutamato Monosódico, dentro de la UE, existe un mayor control con los porcentajes.
Pero, centrémonos en España ¿cuáles son los aditivos que más usa nuestra industria alimentaria?
- Glutamato monosódico (E-621): es un intensificador del sabor de los alimentos, sobre todo salados y de procedencia oriental.
- Aspartamo (E-951): es un edulcorante químico acalórico. Se usa sobre todo en bebidas o productos bajos en calorías o aptos para diabéticos.
- Sacarina (E-954): es otro edulcorante químico bajo en calorías entre 300 y 500 veces más dulce que el azúcar refinado.
- Ácido ascórbico (E-300): es un antioxidante natural más conocido como la vitamina C que se utiliza para evitar que los alimentos se oxiden tan rápido al mantener contacto con el Oxígeno.
- Ácido cítrico (E-330): es un acidulante orgánico o sintético y saborizante cítrico que se puede encontrar en muchos alimentos procesados y bebidas.
- Carragenina (E-407): se trata de un espesante natural que se extrae de las algas rojas marinas, muy común en las bebidas vegetales.
- Ácido carmínico (E-120): es un colorante sintético de color entre rojo vivo y carmín oscuro que se obtiene aplastando insectos de la familia de la cochinilla (Dactylopius Coccus).
- Curcumina (E-100i): es otro colorante natural o sintético de color entre amarillo brillante y naranja intenso que se extrae de la cúrcuma.
- Nitrito de sodio (E250): se trata de un conservante sintético utilizado para prevenir bacterias y microbios muy utilizado en productos derivados de la carne, el jamón o los pescados.
- Lecitina (E-322): es un emulsionante natural que se extrae de la soja, la yema de huevo o las pipas de girasol y es soluble en agua y en grasa.
¿Por qué nos gusta la comida basura?
Los aditivos tienen mucho que ver con nuestra afición por la comida basura, sus sabores intensos o atractivas texturas los hacen irresistibles, pero, ¿por qué ocurre esto?
Lo primero que ocurre en nuestro cerebro cuando consumimos comida rápida, es que se dispara la dopamina, el neurotransmisor de placer. Este es uno de los motivos por los que nos apetece comida rápida cuando estamos nerviosos o deprimidos.
Los factores culturales también nos mueven a comer este tipo de comida, ya que, asociamos la comida a rápida a celebración o premio. Para prevenir precisamente este automatismo, en muchos colegios, ya se está evitando dar chucherías a los niños cuando hacen algo bien.
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